Reformas en casa: consejos a seguir
¡Qué bien se está en casa cuando uno vuelve del trabajo! Te puedes aislar del estrés de la vida externa, del trabajo, y por eso, en la casa propia, uno debe sentirse cómodo. Pero sabes que en la vida todo es mejorable y que tú te mereces optar a lo mejor. Por eso, lo que una vez te pareció una cocina grande, puede que ahora necesite una ampliación, o si tu familia crece, es probable que necesites nuevas comodidades, ampliar el tamaño de las habitaciones e incluso hacer otras nuevas. Uno de las medidas que seguramente tendrás que afrontar serán las siempre temibles obras. Pero no te asustes, porque con el asesoramiento de los profesionales del sector de la construcción y la arquitectura que existen hoy en día, el trabajo será mucho más simple de lo que te esperas.
Un proyecto a largo plazo y cocinado a fuego lento
Dejando aparte el aspecto económico, lo primero que tienes que tener en cuenta es realizar y seguir un proyecto. Planificar todo al detalle puede ser útil, pero también debes dejar margen a posibles imprevistos, mentalizarte de que estás ante un cambio y de que lo importante es que todo salga como esperabas, independientemente del dinero. Habla continuamente con el arquitecto y define bien las condiciones de trabajo: como quieres tu reforma, que necesidades, la disposición de crédito, los tiempos o los materiales que quisieras utilizar. Porque debes pensar en la reforma como una inversión. El proceso de diseño y los primeros días de obras pueden ser duros, pero considera que el resultado será el ideal para ti y tu familia y que se mantendrá durante muchos años. Por eso, querer ahorrar en materiales de calidad o en comodidades concretas puede ser una buena idea para tu bolsillo hoy pero una mala decisión a largo plazo.
Manos a la obra
Te recomiendo que te pondrás en manos de profesionales, pero tú siempre serás el primer interesado en que la reforma salga como quieres. Por eso, implícate en ella siempre que puedas, habla con el arquitecto cuando que tengas un mínimo recelo, no tengas miedo a transmitirles alguna duda concreta… Confía en el, es tu aliado. La razón esta clara, trabaja para ti y es un profesional del sector juega todos los dias, pero recuerda, yo te recomiendo que nunca te quedes con la espina clavada pregunta lo que necesites, si es posible se hará, te ira mucho mejor. A mí alguna vez me ha sucedido, créeme, es mejor hablarlo y solucionarlo, no te arrepentirás. Serán días incómodos, porque tanto tú como tu familia tendréis que renunciar a las rutinas diarias, veréis cambios en vuestros espacios personales y trataréis en casa con personas desconocidas. Pero ármate de paciencia, sobre todo, y ten siempre presente que la meta final de contar con más comodidades en tu hogar bien vale la pena. Si consideras que la obra será difícil de aguantar emocionalmente o si consiste en la reforma integral del hogar, lo ideal es que durante los días en los que duran los trabajos tú y los tuyos os alojéis en un hotel de la zona (siempre que el presupuesto te lo permita) o en casa de amigos o familiares.
Tras la obra de tu casa, disfruta
Una vez la empresa de construcción haya terminado, revisa los trabajos con el Arquitecto, y asegúrate de que tú quedas satisfecho o satisfecha.
Durante todo el proceso, pregunta cualquier duda que te surja, señala algún error que hayas visto en la reforma antes de que este acabada (que a veces se pueden solucionar fácilmente). Pero lo más importante es que tú y los tuyos disfrutéis del resultado de la reforma. Dar una nueva vida a las viviendas es posible, con el proyecto del arquitecto, podrás observar como aquella vivienda en ruinas que has heredado, o que has comprado con la intención de reformarla, la transformas y la haces tu nuevo hogar. Comprobarás con satisfacción que habrá valido la pena hasta el último céntimo y esfuerzo invertido en la obra. ¿Tienes algún consejo para pasar el mal trago de una obra de la mejor manera posible? Yo quiero conocerlos, así que cuéntamelo en un comentario a este post.